Desde que se mudó al edificio mi vecina ha alborotado a todas las familias que ahí vivimos. A los hombres nos permite alucinarla como belen estevez desnuda cada vez que la vemos pasar por el patio y a las esposas pues no les agrada que sea tan hermosa y coqueta con nosotros. Simplemente es espectacular verla con su ropa tan chiquita y apretadita enseñando lo que Dios le dio: un par de tetas bien firmes y un culo que es un placer verlo como se mueve.
A mi vecina le encanta salir a tender su ropa interior frente a mí cuando me ve descansar en el balcón. No le causa el mínimo pudor colgar sus trusas de encaje a unos metros de donde me encuentro tomando un descanso. Lo mejor de esto es que belen estevez desnuda sabe que la observo como cuelga su ropa frente a mí. Los pantalones de su marido cuelgan junto a sus trusas como cuidándolas. Es excitante sentir el olor a suavizante que emanan de sus encajes íntimos.
Incluso he llegado a soñar con que su conchita tiene olor a suavizante también. Es que belen estevez desnuda da la sensansion de ser una mujer ardiente, se le nota en la mirada, pero a la vez se comporta de modo muy amable, muy decente. A veces la oigo discutir con su marido tras la pared de mi dormitorio, escucho como alzan un poco la voz, nada serio. Es contra esa misma pared que yo le doy parado a mi mujer, como me gusta esa pared y como soy algo exhibicionista me encanta pensar que escuchan cuando la clavo a mi mujer contra la pared, sino también los gemidos y gritos que ella da.
A los pocos días de mudarse belen estevez desnuda se fue haciendo muy amiga de mi mujer, cogiendo por costumbre en las tardes venir a casa a charlar con ella mientras toman café con galletas. A veces cuando pasó cerca de ellas noto que mi vecina me sigue con esa mirada coquetona. Trae vestidos muy ceñidos y muy cortos para una visita de vecinas, me excita pensar que se arregla para excitarme a mí, y enseñarme sus piernas firmes, su culo apretado y más grande que el de mi mujer.
Aprovechando que conversan en la sala yo las escucho desde mi cuarto y también las veo contonearse en mi presencia y eso me pone muy ardiente. Hace unos días escuche a belen estevez desnuda decirle en confidencia a mi mujer que hace ya varios meses que no tiene actividad sexual, antes decía que solo era algo esporádico, pero ahora nada. Que su marido le ha dicho que ya no tiene ganas de hacerlo, y que piensa que a él ya se le agoto el apetito sexual. Saber que la vecina esta necesitada de un buen polvo me provoca excitaciones cada vez que viene de visita.
La semana pasada, cuando bajaba por el ascensor, mi vecina salía de su cuarto y bajamos los dos. Estaba espléndida, su perfume me embriagaba, su vestido corto verde se ceñía a su culo y me puso alborotado al mi compañero de toda la vida. Que rica esta belen estevez desnuda pensaba dentro de mi, cuando de pronto se le cayó su monedero al suelo y al agacharse a recogerlo golpeó mi muchacho con su señor culo. Avergonzado sobre si se habría dado cuenta de mi erección solo atine a decirle:
—Perdón vecina, no me dio tiempo de moverme.
—No pasa nada vecino, siempre es agradable una punteadita en el trasero “por accidente claro”, y más si es de un hombre con tu presencia. Pero además, he notado en mis pompas que sales “armado” a la calle, me encanta tu vitalidad vecino.
Me sentí halagado con sus palabras y note que me estaba dando la oportunidad de mandarme asi es que no desaproveche la ocasión y le dijea belen estevez desnuda:
—vecina no sabes como me tienes, eres mi sueño de todos los días, me gustaría penetrar ese culo tan hermoso que tienes, asi es como me pones. Perdona que sea tan directo pero es asi como lo siento. Me estaba arriesgando a que me diera una cachetada y que se lo contara a mi mujer, pero me respondió muy sonrojada y con las pupilas dilatadas:
—vecino no sabes tú lo bien que me vendría un buen polvo, si me prometes que será un secreto entre los dos te dejo meterme lo que quisieras.
—Bueno si quieres te meto el alma porque de mi boca no saldrá nada.
—Yo también soy una tumba, qué vergüenza atreverme, estoy arrochada vecino, pero muy excitada.
Antes de que se fuera a arrepentir, me acerqué a belen estevez desnuda y la besé con todo, mientras le metía una mano bajo la falda y le apretaba la conchita. Su cosita estaba empapada, le metí tres dedos y lo amasé. Al llegar a la planta baja, pulsé el botón de la azotea del edificio antes de que se abriera la puerta y volvimos a subir; al llegar al ultimo piso, donde solo está la puerta de la terraza del edificio y donde pocas veces sube algún vecino, nos metimos al cuarto de servicio y cerré la puerta detrás de nosotros, la besé intensamente y separé sus piernas. Me agaché y le saqué la trusa por los pies, una trusa de encaje blanco casi transparente totalmente empapado.
Le saqué el vestido por la cabeza y le desabroché el brasier, sus pezones son gordos, y sus pechos grandes y firmes. Desde allí no se nos veía desde los otros edificios ya que la entrada a ese cuarto es muy discreta. Cogiéndola por los hombros la puse de rodillas delante de mí, me bajé el cierre y vi como mi pene erecto saltaba frente a la cara de belen estevez desnuda.
—vecino, que pedazo de pinga que me voy a comer. – No es para tanto, mediano nomas lo que lo hace grande es que es muy grueso, la cabeza sobre todo, le respondí. Comenzó belen estevez desnuda a tragárselo y con el esfuerzo que le puso se tragó algo más de medio trozo mientras me miraba a los ojos; en ese momento mi corazón se disparó por tenerla como la tenía, postrada a mis pies, comiéndome el pene.
Luego de su buena mamada la puse en cuatro, dándole dos azotes en el culo con la mano abierta puse su pompa delante de mí, ¡que culazo!, como lo soñé toda la vida. Le metí mi pene entero sin demorarme lo más mínimo, entró resbalando en su húmeda vagina, estaba tan húmeda como una gata en celo belen estevez desnuda. La monté a un buen ritmo, sudábamos porque el sol nos daba directamente por la ventana. Los pliegues de su conchita se enroscaban a mi gordo pene al entrar y salir. El ojo trasero de su firme culo se abría y cerraba delante de mis ojos como si palpitara, un agujero oscuro que se veía limpio, entonces no lo pensé dos veces.
Le saqué mi miembro de su conchita y se lo empalme en el culo. No fue fácil, costo algo, pero al final mi pene patinó por sus entrañas abriéndola como a una puta, belen estevez desnuda dio un gemido de dolor y se dobló por completo al sentir que mi pene la desgarraba por completo. Estuve por muchos minutos castigándola que paso del dolor al placer. Sentía como gozaba con cada embestida que le daba. Finalmente me vine en su culo y la pude liberar de ese castigo.
Desde entonces cada vez que podemos belen estevez desnuda me regala su culito en ese cuarto de la azotea del edificio. Es que mi vecina es muy agradecida conmigo por haberla sacado de esa angustia sexual en la que estaba.
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