Hace ya varios años que disfruto de los placeresdelperu nada más que con mi suegra. Y es que la señora hace maravillas sobre la cama y cada vez que podemos nos tiramos un polvito como dos jóvenes sedientos de sexo. Aunque debo reconocer que todo se inició como una simple fantasía, hoy en día puedo afirmar que mi suegra es mi amante insaciable.
Me casé muy enamorado de mi esposa, nos conocimos en la universidad y a pesar de que tenía poco trato con sus padres, siempre fui muy consentido de ellos. No sabía que con el tiempo mi suegra me consentiría aún más a tal punto de hacerme conocer los placeresdelperu que tanto me gusta.
Todo empezó hace unos años atrás, estaba en casa viendo la tele con mi esposa cuando sonó el teléfono y mi señora contestó. Al colgar me conto que su papa se iría de viaje por trabajo dentro de dos semanas y que su madre no quería estar sola en casa y que si podía pasar cuatro días con nosotros. Yo acepte gustoso ya que la señora me caía súper bien, claro después de esa visita me caería mucho mejor sobre todo porque me regalaría placeresdelperu.
Pasaron las dos semanas y fuimos a recoger a mi suegra quien era una persona muy educada, una señora muy guapa además que gustaba de cuidar su cuerpo. Aunque estaba buena a pesar de su edad, siempre fui muy respetuoso con ella pues era la madre de mi esposa. Pero de vez en cuando me la imaginaba conmigo gozando de los placeresdelperu. Al llegar salude con el cariño que siempre lo hacía a mi suegrita, le di un sonoro beso acompañado de un gran abrazo. El contacto con ella me ponía nervioso ya que era una mujer muy atractiva y no quería que se notara que aun podía despertar deseos indebidos.
Ese fin de semana la pasamos juntos los tres. De rato en rato veía de reojo a mi suegra y confirmaba que con el paso de los años se ponía más buena. Ese domingo salimos a ver una película al cine, la señora nos dijo que hacía mucho no iba al cine. Ya en la noche regresamos a casa y todos nos metimos a nuestros cuartos cansados de la velada dominical. A la hora después de que llegamos, fui a la cocina y allí estaba ella con un baby doll rojo transparente que me permitían ver los placeresdelperu.
Verla así en la cocina cuando tomaba un vaso con agua me puso muy caliente, así es que ingrese silenciosamente y pase por detrás suyo, dejando que sienta mi pene erecto en todas sus nalgas duras y levantadas que se manejaba mi suegrita. Mi suegra se sorprendió al sentirme pero no me dijo nada, solo sonrió tímidamente. Yo aproveche la confusión y le dije que tenía sed por tantas palomitas que comí en el cine. Ella me dijo que también había sentido lo mismo. Me despedí de ella con una sonrisa pícara y me fui a la cama sin dejar de alucinar que me regalaría los placeresdelperu.
A la mañana siguiente, como todos los lunes mi esposa se fue a trabajar muy temprano y me dejo el desayuno servido. Yo me levanté para alistarme también e ir a trabajar. Al entrar a la concia vi a mi suegra que estaba haciéndome el desayuno, me pidió que me siente y me sirvió un café. Me gustaba verla atenderme de esa manera tan sexy. Mientras desayunábamos la miraba con deseo en los ojos y ella también lo hacía.
Conversamos amenamente mientras desayunábamos. Me pidió que saliéramos a almorzar los dos ya que eran sus últimos días conmigo y quería que nos conociéramos mejor. Ese día pase por ella en la tarde para ir a almorzar y continuamos con la conversación coqueta y seductora que iniciamos en el desayuno. Mi suegra como tres veces puso su mano sobre mi pierna, como buscando mi pene, el mismo que un día antes la roso en la cocina y le hizo soñar con los placeresdelperu.
Luego del almuerzo la lleve de regreso a la casa, en el camino estaba algo callada pero de pronto me pidió que me detuviera, así lo hice, le pregunté si le pasaba algo. Ella me tomó la cara y comenzó a besarme, respondí el beso nos besamos por algunos minutos. Después yo me quite, le dije que estaba mal, que no podía hacerle eso a mi esposa, que ella era mi suegra y que mejor la dejaría en casa.
Al siguiente día me desperté, me levanté y fui a la cocina. Mi suegra ya estaba ahí, el desayuno estaba listo.
–Hola, siéntate y desayunemos. – me dijo mi suegra.
–Buenos días suegrita, gracias.
–Quiero disculparme por lo de ayer, sé que estuvo mal.
–Olvidemos ese asunto, es lo mejor.
–Me imagino que no tengo una oportunidad contigo.
–No suegrita, usted es la madre de mi esposa.
Se puso de pie a mi lado, se quitó el baby doll que tenía puesto y quedo totalmente desnuda como incitándome a conocer los placeresdelperu.
–Aun asi me vas a despreciar?.
Tomó mi cabeza, me hizo besarle la conchita depiladita que tenía.
–Chúpamela, que hace años no siento una lengua pasar por ahí.
Yo tampoco era de fierro. Le hice el mejor oral que en su vida le hicieron. A esa altura no aguantaba mi calentura, empecé a mover mi lengua, quise sentir el sabor de su húmeda y rosadita conchita con olor a rosas.
–Si te encanta mi pene verdad suegra? sabía que te gusto sentirla en la cocina.
Me lo saqué y se lo puse en la boca. Mi suegra lo comenzó a besar y a lamer. Luego lo chupo de una manera desenfrenada.
Mi suegra estaba encantada, seguía chupando todo el pene por un buen rato, su lengua iba de adelante hacía atrás, después me chupo la cabeza, me sentía muy caliente, era increíble, no me creía lo que vivía: disfrutando los placeresdelperu con mi suegra.
–Vente en mi boca antes de que me arrepienta.
–No suegrita, primero te la voy a meter.
–No eso no, ya es mucho con que te chupe el pene.
–Eres mi amante, ponte en tu pose favorita como una perrita.
Me hizo caso y se dio la vuelta.
–Estás riquísima suegrita, que buenas nalgas tienes.
La abrace, la bese y le agarre las nalgas, mis manos la hicieron sentir bien. La hicieron sentir una mujer aun deseada. Sus mano comenzaron a tocarme por todos lados, acariciaba mis bolas, mi pene, era uno de los placeresdelperu enorme.
–Ya yerno, méteme la pieza, no aguanto más.
La acosté sobre la mesa, la abrí de piernas y con gran habilidad comencé a darle en misionero. Sentí como se abría más de piernas y como gozaba con cada arremetida mía.
–Aaaahhhh yerno que gruesa la tienes, como me llena.
–Te voy a dar más duro suegrita, que caliente me pones.
–Dame duro yerno, dame duro.
Esa mañana fue la despedida de mi suegra. Y vaya que se fue más que contenta. Desde entonces cada vez que se puede nos damos un encuentro. A veces ella viene para la casa, otras cuantas nosotros vamos a visitarla. Pero de todas formas siempre que podemos nos damos tiempo para gozar de los placeresdelperu.
La entrada MI SUEGRA ME HIZO CONOCER LOS PLACERESDELPERU aparece primero en Kinesiologas. - Articulo original de http://bit.ly/2cGkl8n
from Kinesiologas http://bit.ly/2pLkiya
via IFTTT
No hay comentarios:
Publicar un comentario