PRESO HACE FELIZ A SILVIA CORNEJO DESNUDA EN SU CELDA

Debido a las malas juntas y el consumo de drogas mi hermano mayor había caído en desgracia y gracias a que lo involucraron en un robo estaba preso desde hace dos meses. Esa mañana me avisaron que lo habían golpeado en el penal así es que tenía que ir a verlo. Me llamo silvia cornejo desnuda y tengo un cuerpo de infarto por lo que me puse una falda holgada para ir a ver a mi hermano pues las mujeres no podíamos usar pantalón ya que se supone que eso provocaba a los presos. Combine con una blusa manga cero que dejaba al descubierto mis largos y gruesos brazos.

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La verdad es que aun así, los presos nos miraban a las chicas con unos ojos de lujuria que no disimulaban. Me imagino que tantos años sin estar con mujer los ponía así, y yo silvia cornejo desnuda que era grande de busto y colita no pasaba desapercibida para ellos, aunque siempre fueron respetuosos pues sabían que mi hermano era celoso y no chocaban conmigo. Me amarre el cabello con una cola de caballo y me dirigí a ver a mi hermano.

Después de pasar la revisión, fui a su pabellón, su mejor amigo era un moreno alto y flaco lleno de tatuajes, no pudo evitar mirarme de arriba a abajo, ya estaba acostumbrada.

– silvia cornejo desnuda tu hermano está muy mal, pero yo lo estoy cuidando. Me llevo hasta él estaba en el patio en una silla de ruedas y con un vendaje en la cabeza.

-Pero que te han hecho Lucho!!! Soy silvia cornejo desnuda tu hermanita!!! Mi hermano estaba algo atontado y no me respondía. Pepe, el amigo de mi hermano, me dijo que había tenido una pelea con un matón, que entre tres le habían golpeado la cabeza y fracturado una pierna. Él lo estaba cuidando pues querían matarlo de todas maneras, lo habían curado y después lo habían devuelto al pabellón, tenía que ayudarlo para todo.

Le había traído sábanas nuevas y comida. Pepe me dijo:

–silvia cornejo desnuda mejor dejemos eso en mi celda pues la de tu hermano la tienen vigilada. Él fue caminando hacia el fondo del pabellón donde era más solitario pues como era día de visita casi todos los presos y sus visitas estaban en el patio. En la penúltima celda el abrió la puerta y me hizo pasar, allí solo había unos cajones de madera y un colchón viejo en el suelo.

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–silvia cornejo desnuda mete tus cosas en cualquiera de los cajones, que aquí nadie entra solo yo. Me agache y metí el paquete de ropa en uno de los cajones.

-Hay 4 sabanas y dos frazadas puedes quedarte con una frazada, te va a ser…

No pude continuar hablando pues sentí unos brazos poderosos que me tiraban al colchón y una mano que me tapaba la boca.

–silvia cornejo desnuda no grites, tu sabes que yo soy el único que puede cuidar a tu hermano y mantenerlo vivo, no seas mala conmigo y te juro que lo cuidare con mi vida. Mientras decía esto la otra manota ya la tenía debajo de mi falda y me trataba de bajar mi tanguita, en un segundo pensé que era verdad lo que decía, el sintió mi duda, pues saco su mano de mi boca, y ahora con sus dos manos me bajaba mi calzoncito, yo la verdad no me resistía.

-no seas malo Pepe, no lo hagas por favor, no no no noooo…

Él se había bajado el pantalón en un segundo y separando mis piernas me la metió de un tirón.

-hum hum que rica concha silvia cornejo desnuda, hum hum hum, hace un año que no lo hago preciosa, siempre te he deseado, me he masturbado pensando en ti, hum hum, estas mojadita que rico!!!

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La verdad es que ir a visitar a mi hermano siempre me había excitado, pues todos los presos me comían con la mirada y esa sensación sumado al hecho de que mi esposo con sus viajes solo me lo hacia una vez al mes, hacían que las fantasías volaran en mi mente y la verdad es que al entrar a su celda, yo silvia cornejo desnuda había comenzado a temblar de miedo y de excitación, el había comenzado a meterla y sacarla, meterla y sacarla, rozaba las paredes de mi conchita y me volvía loca, me tenía que morder los labios para no gritar como una perra, no había visto su pinga pero sintiendo como entraba y salía de mí de hecho era más larga y gruesa que la de mi esposo.

No podía creer lo que me estaba pasando, ya que yo silvia cornejo desnuda nunca le había sido infiel a mi marido en 10 años de matrimonio. Pero ahora estaba con las piernas abiertas, sin calzón y con un maleante moreno encima mío y yo disfrutando.

-hum hum hum silvia cornejo desnuda que rico te mueves…hum hum huuuuuummm que rio me lo muerde tu conchita. Te voy a dar lo que no te da tu marido.

Y sin más me puso las piernas en sus hombros y me la comenzó a meter con más violencia, tanto que sentía como sus testículos golpeaban mi potito en cada arremetida. Más y más, adentro y afuera, adentro y afuera, la verdad es que no podía controlar mi cuerpo que se movía a su ritmo, todo me dio vueltas y me vino un orgasmo violento. No sé cuánto duro, pero cuando regrese en mí el seguía con el mete y saca, no sé con qué cara lo habre visto, creo que con cara de perra arrecha y agradecida que él se dio cuenta y sin sacarla me abrazo y comenzó a besarme. Yo silvia cornejo desnuda no lo pude rechazar y nuestras lenguas jugaban, su olor a sudor y licor me excitaban mas y le lamia la cara mientras él seguía metiéndomela.

Se detuvo un segundo y me desabrocho la blusa. De un tirón me saco el brasier, mis tetas saltaron, puso una mirada de poseído y se lanzó a lamerlas y chupar mis pezones que estaban paraditos, su cara sucia y sin afeitar al rozar con mis senos y pezones me volvían loca, no podía más.

-papi sigue sigue, métemela mas mas, no pares, mas mas no saques tu verga linda, mas maaaaa…

Sentí que me abrazaba fuerte, nada me importaba en ese momento yo lo abrace también y mis piernas se sujetaron como tenazas a su espalda, entonces fue que lo sentí.

– silvia cornejo desnuda me vengo me vengo, ya ya yaaaa…

Sentí un chorro de semen caliente dentro de mí, no me importaba nada y lo seguía estrechando más y más, sentía que flotaba, nos vinimos los dos simultáneamente, cuando regrese en mí, me sentí rara, excitada, culpable, el me miro, nos cambiamos rápidamente, y regresamos al patio para ver a mi hermano. Desde entonces todas las semanas voy a visitar a mi pobre hermano para ver cómo va su evolución y de paso para darle mis muestras de agradecimiento a su mejor amigo por cuidarlo.

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